El graffiti consiste en inscripciones, lemas y dibujos rasguñados, garabateados o pintados en una pared u otra superficie pública o privada. La palabra “graffiti” es sacada de la palabra latina “graphium”, que significa “escribir”. El término fue al principio usado por los arqueólogos para describir los trazos y escrituras encontradas en estructuras antiguas y monumentos en Pompeya, Egipto y en las catacumbas romanas.
Actualmente, el graffiti es una señal del decaimiento urbano y en muchos sitios genera el miedo e inestabilidad, aparte de que es costoso, destructivo en ocasiones, baja los valores de las propiedades o envía un mensaje de que la gente de la comunidad no está preocupada por el aspecto de sus vecindades. Sin embargo, otros como los diseñadores profesionales, lo utilizan para decorar espacios interiores y ambientes juveniles.
Le denominan arte callejero, pero en muchos países está prohibido cuando es hecho sin el permiso del propietario. Además, con frecuencia se requiere que los dueños conserven todas las paredes, edificios, cercas, signos y otras estructuras y superficies visibles de prioridad pública, sin graffiti.
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